¿Por qué Discriminamos?

“La discriminación es un secreto a voces que podemos observar continuamente en los diversos medios y niveles sociales, uno de los principales es el trabajo, convirtiéndose en uno de los principales obstáculos para la eliminación de la pobreza en nuestro país”.

La Discriminación es un acto en el que se realiza una distinción o segregación que atenta contra la igualdad de oportunidades en una situación donde varias personas están solicitando su inclusión de una forma directa o indirecta. Normalmente se utiliza para referirnos a la violación de igualdad de derechos para los individuos por cuestiones de orientación sexual, rol de género, raza, religión, edad, condición social o económica, entre muchas otras que podemos encontrar al observar casi cualquier situación de convivencia en nuestro país. Al tratarse de una elaboración social, sus dimensiones son confusas y van cambiando continuamente con el tiempo y la evolución o involución de los cánones sociales, cambian con la cultura y dentro de los diversos grupos que existen dentro de una cultura, por lo tanto la discriminación es una construcción social y no una característica esencial de individuos y grupos, las desigualdades y el desequilibrio de poder no son el resultado natural de las condiciones biológicas.

La discriminación es una manera de ordenar y clasificar y esta se aprende en distintas formas y proporciones, y se va desarrollando de acuerdo a nuestro estilo de vida, los valores inculcados, la educación, nuestra manera de pensar. Construimos una realidad que nos rodea y dentro de ella nos desenvolvemos, asimilamos sus reglas, y comportamientos esperados para pertenecer a este entorno, y lo que sea diferente o extraño no pertenece a nuestro entorno, es decir amenaza su equilibrio y eso constituye un peligro real o imaginario para la estabilidad de una comunidad. Por lo tanto lo que no es normal será rechazado por la mayoría, se le discriminara porque su situación o conducta están fuera de las normas establecidas por la sociedad y la cultura.

La pregunta sería, y ¿Qué es lo normal? ¿Quién determina lo que se considera normal dentro de una comunidad o grupo humano?

Lo que es diferente será rechazado, discriminado y agredido, porque lo que es extraño pone en peligro lo establecido y nos moviliza al cambio. En todos los seres humanos la resistencia al cambio aparece como elemento natural. Nos mueve a salir de la comodidad y a modificar la convivencia así que los adultos mayores, los indígenas, las minorías religiosas las mujeres, las personas con discapacidad, los enfermos, los niños, las personas con preferencias sexuales diferentes son discriminados del grupo normal, debido a que este necesita aprender a aceptar las diferencias e incluirlos modificando su identidad.

En las familias se aprende desde muy temprano en el desarrollo sobre las diferencias y los roles que cada uno de los miembros del núcleo familiar representan para darle continuidad y funcionalidad a la estructura y dinámica siempre cambiante de las mismas. Entre las vivencias centrales que las personas tendrán al socializase por medio de la interacción familiar están los mensajes conscientes e inconscientes que los padres comunicaran a sus hijos por medio de la aceptación o rechazo por el simple hecho de ser hombres o mujeres y esto conlleva un rol de género, el cual va acompañado de una visión del mundo, de la sociedad, y de una identidad.

Desde muy temprano aprendemos a respetar a ciertas personas y a criticar a otras, a valorar ciertas características físicas sobre otras, a desarrollar tolerancia y respeto por las formas de pensar o de ser, aquí aprendemos lo que es aceptable y lo que deberíamos de evitar, y todo esto nos motiva a comportarnos y a pensar de acuerdo a el contexto social y cultural que nos rodeó.

La discriminación entonces surge como una imitación de los adultos y personas significativas a nuestro alrededor en la infancia temprana , y como parte de la reafirmación y búsqueda de identidad más tarde durante la adolescencia, por otro lado nos permite reafirmar la pertenencia a cierto grupo o ideología, lo cual nos da consistencia y sentido de aparente estabilidad, sin embargo la mayoría de las ocasiones será desvalorizando y rechazando a otra persona o condición grupal, creando desigualdad, la cual se convierte en el modo de ser o pensar aceptado por el grupo de pertenencia, es decir aceptando esta forma de ver el mundo nos permite tener un sentido de identidad y justificar lo que hacemos. Así se va construyendo una especie de código social en donde la separación y las diferencias se van enfatizando, y lo que no es normal, será condenado o alienado.

Los ejemplos son muchísimos y surgen en todos los niveles de convivencia, lo lamentable es el impacto que genera en las personas que son discriminadas por algo que ellos no escogieron voluntariamente como es su color de piel, su estatura, su sexo, la forma de su cara, su complexión, su genética, sus capacidades para realizar cosas naturales como ver, oír, hablar, caminar, etc.

Y en el plano sociocultural, religioso, de preferencia sexual, educación, que surgen como resultado de la interacción de muchas otras variables, nos enfrentan a la diversidad, en un mundo cambiante y globalizado, donde la seguridad de que todo cambia y se transforma resuena constantemente ante nuestra consciencia.

Actualmente podemos observar que la intolerancia, el rechazo hacia lo que es diferente, es evidente y que cada día estos grupos que son relegados empiezan a luchar y a manifestar su inconformidad, y por otro lado la evolución de un número cada vez mayor de personas empieza a cuestionar las normas y criterios rígidos que determinaban lo que es normal y aceptado y van dando lugar a nuevas formas de ser y de pensar donde la diversidad se convierte en la manera de convivir, la discriminación es un síntoma social de la gran dificultad que existe para asimilar los cambios y la evolución del pensamiento.